viernes, 29 de mayo de 2009

Ser o no ser

Hay un cantico por aqui muy famoso que dice:
Mi madre me dijo a mi
que cantara
y no llorara;
ole, ole, ole, ole
que echara
las penas a un "lao"
cuando de ti
me acordara.
Con el vele, vele, vele,
a perra chica claveles,
que mi novio es sevillano,
que bonito y que bien huelen
por la mañana temprano.
Por aqui, la hermandad de mi pueblo ya salió camino del Rocío, el miercoles por la mañana,
y con su simpecado, sus bueyes, sus caballos; las calles se visten de flores de mil colores que se confunden con los colores de los trajes de flamenca. La alegria se palpa en el aire, ya huele a playa, a arena, imagino el embarque de la hermandad con mil personas cantando y bailando a su alrededor. El vino se mezcla entre las olas para llevar a las hermandades al coto, por donde pasaran durante tres dias, por el mismo camino de siempre, la misma arena. La alegría de un pueblo que va en romeria a ver a su virgen, desde hace ya casi 400 años, es algo que no se puede describir con palabras, es mas un sentimiento.
Hace mas de ocho años que no piso esas arenas y aun sigo soñando con pisarlas algun día, con volver a pasar por alli. A volver a cantar con mis padres y mis hermanas, como hacíamos de niñas, a volver a acampar bajo los pinos, a rezar el rosario a media noche y escuchar la misa al alba. En mi familia nunca fuimos muy creyentes, casi nos declaramos ateos, pero llega esta epoca y nos questionamos nuestro ateismo, para disfrutar de estos momentos en los que la fe nos une. No sé como explicarlo, a veces me resulta un hecho egoista, el "creer" sólo en esta epoca, me cuestiono mis creencias personales, hasta que llega mi madre y me canta la sevillana primera; me olvido de mis prejuicios y salgo a bailar, y a cantar. Por encima de todo nos merecemos ser felices, ya sea por convencimiento propio o ajeno.

jueves, 14 de mayo de 2009

otro punto menos

"Era el cumpleaños de su hijo, y no fue capaz de aparecer. Se sentía mal, mal consigo mismo, mal con todos. Ya no se sentía como persona, sino como el perro al que echan de casa, sentía rabia, desconsuelo, tristeza.
Estaba en casa, le dolía la barriga; había somatizado su sentir. Vomitó, y golpeando la pared se prometió no volver a jugar nunca más. Nunca más una moneda caída de sus manos volvería a sonar en la caja de recaudación. Nunca más se dejaría llevar por el sonido embriagador de aquellos aparatos.
Se metió en la ducha, limpió todo, se vistió y salió a la calle, se pensaba un hombre nuevo, renovado. Metió la mano en el bolsillo y encontró una moneda, cambió de sentido y de dirección, se metió en el mismo bar de siempre, se dijo -¿Y si es hoy cuando cambia mi suerte?-."

viernes, 8 de mayo de 2009

El pasado sale a mi encuentro

Después de muchos años, he recibido un mini mensaje de un antiguo compañero de clase. He sentido nostalgia al ver sus fotos y recordarlo en el colegio. Algo se ha movido dentro de mí. Hace ya mucho tiempo que en ocasiones soñaba con él, y por las mañanas me levantaba perturbada. Me preguntaba por qué seguía ahí en mi cabeza; y cuando llevo ya mucho tiempo sin pensar en él y ya casi lo había olvidado, va y me encuentra. No sé que pensar, no creo que él haya tenido la misma obsesión conmigo, no creo que me halla buscado tan sólo me ha encontrado. Tan sólo ha sido casualidad.
Aun recuerdo cuando en el colegio, nos llamaban novios (cosas de niños) y yo toda roja y enfadada, salía corriendo. Que tiempos aquellos, en los que llevar un lazo en el pelo te hacía sentir guapa, o lo bien que te lo pasabas jugando a la china o al elástico. Nada más te preocupaba.
Nostalgia de aquel tiempo, de aquel primer amor, que nunca se olvida, aquella inocencia.
Ahora miro a mi hija y me veo en aquella época. La veo tan inocente, con la mirada limpia, sin tener que esconder nada y sin preocuparse de nada. Espero que mi hija tenga la infancia que yo tuve, feliz. Y que el pasado que sale al encuentro, sólo lo haga de paso.

sábado, 2 de mayo de 2009

un dia cualquiera

Cualquier otro dia hubiera empezado por decir quien soy, pero hoy comenzaré por dar gracias. Dar gracias a todos los que me apoyan y a los que no, a los unos por estar siempre ahí, y a los otros porque su desaprovación me hacen sentirme cada vez más convencida de mis ideas.
Llevo mucho tiempo pensando en montar un blog como éste, aún no sé cómo hacerlo, pero poco a poco lo iré formando. Siempre habia pensado que esto era cosa de "frikis", hasta que me enganché a las historias de algunos que andan por aquí, eso me ha animado a empezar a escribir, aunque no tenga mucho que decir, espero tener algo que aportar.
Siempre se dice que el que no arriesga no gana; excepto en el caso que os cuento:
"-El que no arriesga no gana- siempre se decía lo mismo a sí mismo. Y volvía a echar una moneda en la maquina tragaperras. Sus luces y sonidos habian llamado su atención desde que entró en aquel bar, como tantas veces, ésta era una más. Campana, trébol, naranja, berenjena, limón,... Todos los iconos aparecían uno detrás de otro, conforme iba apretando botones,-¡venga párate aquí!-le exigía a la maquina, y cuando no le hacía caso le propinaba una bofetada. La misma que le dió a su mujer el día que lo dejó. Lo dejó, no porque se jugara a la maquina la comida de su hijo, tampoco porque se jugara la hipoteca del piso, nada de eso, lo dejó porque le mentía, la engañaba, le decía que le habían robado, que lo había perdido por el camino, y ya dejó de confiar en él. Y ése es el mayor cancer que puede tener un matrimonio, la falta de confianza. Siempre decía -el que no arriesga no gana-.Cierto, pero arriesgó demasiado ya no le que queda nada más que arriesgar, y cuando no tienes nada, no has ganado nada. Campana, trébol, naranja, berenjena,... -¡Joder siempre te paras donde mismo!-.Perdió la jugada."